TIEMPO PERDIDO
Tengo dolor de cabeza! decía Octavito(*) cada vez que lo recibían sus abuelos maternos cuando iba de visita; éstos preocupados porque siempre ocurría lo mismo, llevaron al ñiño a que lo examinara un medico.
El diagnostico: niño completamente -saludable-. No sé cómo lograron conocer lo que sucedía; Era entonces que su madre al llegar por las tardes a casa, después de la jornada laboral,tan solo al abrír la puerta se quejaba diciendo "tengo dolor de cabeza" y Octavito pensó que la frase era un saludo familiar.
(*)Cambié el nombre para proteger la identidad del niño.
Un amigo, al que yo quiero mucho,cuando le pido ser más generoso conmigo, me contesta "calidad, no cantidad." Y yo creo que su respuesta tiene mucho que ver con esta corta anecdota.
0 Comments:
Post a Comment
<< Home